Capacitación en un jardín de Río Grande, Tierra del Fuego, y una escuela primaria de Pico Truncado y la Biblioteca Popular de la misma
comunidad.
Pinceladas
del Sur más austral
Llegué
a Río Grande luego de haber pasado unos días en Ushuaia. Estaba maravillada por
la belleza de esta ciudad. Mi recuerdo de la experiencia en Río Grande va a
estar siempre teñido de la visita a Ushuaia, que me fascinó. En la cabeza, todo
convive desordenado, pegoteado, revolucionado y distorsionado. No se distinguen
los recorridos profesionales de los entretenimientos ociosos, no se diferencian
las sensaciones y las emociones de los objetos y las razones. Todo convive en
la cabeza de la persona como SER INTEGRAL, y podemos devolver a la conciencia
flashes de todo este mejunje, cuando lo deseamos, para volver a encasillar esos
flashes en categorías definidas.
“Río
Grande es desolador”, me decían. No entendía muy bien por qué. Ahora, luego de
haber estado allí, saco mis propias conclusiones: es desolador no ver gente en
la calle, por el frío. Es bastante impactante no poder ver el sol (en el más
estricto sentido), dado que los días de sol hace igual tanto tanto frío, que
como mínimo una ventana y un techo se interponen en el camino. El frío es seco
y muy ventoso: no es el frío europeo nevado (o el frío de Ushuaia, de las
mismas características), donde se sale igual y resulta saludable y atractivo
hacerlo. Río Grande es una ciudad gris y fabril, que se embellece casi
únicamente con el mar.
El
Jardín de Infantes “Olas de fantasía” le pone sal a la vida. La capacitación
estuvo buena; no me cabe duda que armarán un Rincón de Lectura precioso. Los
jardines en Río Grande (he conocido otros) tienen una infraestructura
privilegiada. Los espacios son enormes y divinos. En general están escasa o
estereotipadamente decorados. “Olas de fantasía” había puesto en práctica un
lindo adorno en sus paredes, hecho con enduido, colores y stencils. Lo más
lindo es que lo habían hecho en un proyecto con los chicos. Me pareció una
excelente idea, relativamente fácil como para hacer con niños de Nivel Inicial,
y con un resultado fantástico. Quedaba sobrio y alegre a la vez. De Río Grande
me llevo esta “practi-idea”, porque, después de todo, no dejo de ser maestra
jardinera.
Pico
Truncado y la empresa auspiciante del proyecyo
En
Pico Truncado capacité un día a una escuela primaria y al día siguiente al
personal de la biblioteca popular de la localidad junto con todos los maestros
de los primeros grados de todas las escuelas de allí mismo. En toda ocasión
estuve acompañada por una referente de la empresa auspiciante de estos proyectos
(S. a partir de ahora). Capacité con ella, comí con ella,
dormí con ella y paseé mucho con ella. Dio la casualidad que ella era oriunda
de allá, conocía al pueblo como a la palma de su mano y los pocos habitantes
eran amigos queridos a los que aprovechó visitar en esta estadía. Yo la
acompañé a todos lados y conocí toda esa gente y esos espacios, a través de sus
ojos. Qué experiencia bizarra, ¿no? Por un lado, estaba encantada de vivirla,
dado que estos viajes suelen ser muy solitarios y conectados únicamente con el
trabajo. En este caso, por el solo hecho de viajar con alguien, la vivencia fue
muy diferente y logré despejarme cada vez que salía del “quincho”, donde
hacíamos las capacitaciones, y entretenerme comprando pantalones, entregando
premios corporativos a locales que los habían ganado al participar de diversos
proyectos, viendo nevar donde normalmente no sucede,
etc.
En
Pico Truncado los negocios están abiertos hasta muy tarde. Eso me llamó la
atención. S. me explicó que se adaptan a los horarios de los hombres de la
ciudad, que vuelven a esas horas de trabajar en el petróleo y el campo, y eso
me hizo pensar que todo es relativo, acomodable, flexible, fugaz. Cuestiones
que tenemos naturalizadas, que hacemos, que defendemos, dependen de un contexto
y pueden ser diferentes para otras personas y en otros lugares. Me parece
importante reparar en esto.
Ambas
capacitaciones fueron interesantes y
amenas. Le tenía mucho miedo a la de la biblioteca, porque era mi primera
experiencia con una organización de este tipo. ¿Qué tipo de personas trabajan
en una biblioteca? ¿Qué hacen? ¿Qué función cumple la biblioteca en la sociedad
donde se inserta? ¿Qué relación hay entre los docentes y la biblioteca? ¿Qué
interacciones se dan o se deberían dar entre las escuelas y la biblioteca?
Muchas preguntas se me presentaban y una capacitación de 8 hs por coordinar.
Simplemente lo hice. Dejé de lado las dudas y también las certezas, y me
propuse llevar a cabo una propuesta diferente., en un formato muy lúdico. Me arriesgué
con esto, pero era el terreno en el que me sentía cómoda. Jugamos al teléfono
descompuesto narrando y re-narrando cuentos y sacamos conclusiones: a veces nos
resulta difícil no corregir las versiones de los demás, no orientar las
diferentes interpretaciones hacia la que uno tiene y respetar la memoria
selectiva sin desterrarla en pos de una única alternativa. Nos ponemos
autoritarios con nuestros pares y también lo hacemos con nuestros alumnos en el
aula. Tendemos a machacar la creatividad, al menos cuando no nos detenemos a
reflexionar sobre estas cuestiones.
Algunos
voluntarios hicieron una obra de teatro poniendo en escena ciertos capítulos de
“Las empanadas criollas son una joya”, de Adela Basch. Lo lindo fue que usaron
elementos del entorno para caracterizarse más completamente como personajes. Esto
se dio espontáneamente, así como también los estallidos de risas y diversión de
todos los presentes.
Una
última cosita con respecto a este viaje: para ir volver pasé por Comodoro
Rivadavia. Me llamaron la atención unas casitas de todos colores, colores
vivos, colores brillantes, llamativos. Le pregunté a S. si era algún barrio en
especial o qué significaban esos colores que no eran comunes de ver en el
mundo. Ella me explicó: “Comodoro es una ciudad muy gris. La gente pinta las
casas así para hacer el paisaje un poco más alegre”. La verdad, lograban que el
paisaje se vea más alegre. Nuevamente vuelvo sobre la idea del poder de cambio
que tenemos los seres humanos, incluso sobre estados/cosas/situaciones/lugares
que creemos establecidos, fijos, inmutables. Creo que la educación tiene mucho
que ver con esta fuerza de transformación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario